Conoce brevemente los vinos de Mallorca.
La tradición vinícola de la isla comenzó cuando los romanos llegaron a la isla en el año 123 aC y trajeron viñedos a Alcúdia y al resto de la isla. Esta tradición ha sobrevivido hasta ahora.
En la actualidad, cientos de hectáreas están dedicadas a la viticultura. Este hecho garantiza a los viticultores mallorquines. Estas cifras están creciendo constantemente y también lo hace el número de vinos. Casi todos ellos utilizan variedades locales como moll, macabeo y parellada en vinos blancos y manto negro, callet, tempranillo y monastrell en vinos tintos.
La región vitivinícola más conocida es Binissalem. Es un lugar donde hace 5 siglos se produjo un gran vino. Estos vinos tienen un bouquet especial, un color profundo y son muy sabrosos. El resurgimiento de los vinos mallorquines en la segunda mitad del siglo XX se llevó a cabo en esta región que comprende los municipios de Binissalem, Consell, Santa María del Camí, Santa Eugènia y Sencelles. A principios de los noventa obtuvieron la Denominación de Origen gracias al trabajo de bodegas como Hereus de Ribas, J. L. Ferrer o Macià Batle.
La otra región vitivinícola principal de Mallorca es Pla i Llevant, donde el vino se sigue produciendo con técnicas tradicionales. Abarca 18 municipios en el centro y parte oriental de la isla. En los últimos años esta región ha producido vinos de gran valor. Las principales bodegas son Miquel Oliver, Jaume Mesquida, Pere Seda. Estos vinos de renombre son telúricos, frescos y con inconfundible ramo de minerales. Algunas de estas bodegas forman parte de la Asociación de Bodeguers de les Illes Balears (Asociación de Viticultores de las Islas Baleares)
Alcúdia ha reanudado recientemente su actividad vitivinícola milenaria. Alcúdia, junto con otros 17 pueblos del noroeste de la isla, constituye la región vitivinícola del Vino de la Tierra Serra de Tramuntana. Sus vinos son secos, frescos, resistentes, complejos, bien equilibrados y sabor malmáceo, lo que proporciona un fuerte aroma afrutado.